¿Por que el reclutador no te llama?

Un candidato debe esforzarse para facilitar su búsqueda de empleo pese a los factores externos; imponte un calendario, mejora tu correo y fortalece tus habilidades para destacar de los demás.

Ocho de cada 10 currículos se rechazan por errores ortográficos ser muy extensos o por incluir fotografía con imagen inapropiada.

Alrededor de 305,000 egresados de universidades en México padecerán el desempleo durante esta década si no mejora el nivel de crecimiento económico, advirtió la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).

De acuerdo con datos de ese organismo, 40% de los universitarios egresados está desempleado o le lleva mucho tiempo encontrar un trabajo. Aunque factores externos pueden complicar el panorama, el descuido o la desorganización de un candidato pueden cerrarle las puertas de las ofertas laborales, advierten especialistas en Recursos Humanos.

Un problema común al ampliarse el desempleo es adjudicar la culpa únicamente a las empresas, los reclutadores, la economía y el gobierno. “La persona se concentra en recriminar las fuentes exteriores, pero no en lo que debe cambiar para ser un candidato más potencial”.

El candidato enfrenta circunstancias que salen de su control: una oferta laboral insuficiente, la competencia y el escenario económico; pero hay factores que sí están en sus manos y que debe afinar para aumentar la posibilidad de llegar a una entrevista, dice la psicóloga por la Universidad Nacional Autónoma de México y orientadora vocacional Leticia Pérez Espinoza.

En promedio, para una vacante se reciben entre 200 y 250 postulaciones, y ocho de cada 10 se descartan por faltas de ortografía y otros errores básicos, refiere un análisis de la agencia británica de Recursos Humanos Link Humans.

En Londres, esa agencia realizó una encuesta para definir en qué se fija una persona de recursos humanos. Siete de cada 10 reclutadores reaccionan en forma negativa cuando el correo electrónico del candidato es poco profesional.

Los siguientes hábitos afectan tu búsqueda:

1. Poca organización. Buscar trabajo es un trabajo en sí mismo -reza el refrán- y es cierto. Ante la competencia actual no basta con preparar un CV, subirlo a Internet y esperar las ofertas. Cada día de la semana debe dedicarse a una actividad relacionada con la búsqueda y mejorar tu perfil.

2. Una sola opción en la mira. Es un problema iniciar la búsqueda sin tener clara tu área de interés y puesto objetivo. También es un obstáculo ser inflexible a la hora de conocer las opciones disponibles.

3. Tener un CV general. Es uno de los errores más frecuentes, incluso la importancia del currículo es puesta en duda muchas veces. Aunque muchas de las ofertas llegan por una red de contacto, el empleador querrá tener una “fotografía” rápida de quién eres y para eso ayuda el CV.

4. Competencias. Ser competitivo significa tener conocimientos o habilidades específicas que te permiten sobresalir de otros perfiles similares al tuyo. Si ofreces a la empresa lo mismo que otras 50 personas, ¿qué posibilidades tienes de ser contratado? Invierte -de acuerdo a tus posibilidades y tiempo- en dominar otro idioma, certificar habilidades o tomar cursos y diplomados. Todo aquello que te haga más atractivo a los ojos del reclutador, suma.

5. Buscar sólo cuando urge. El mejor momento para monitorear las ofertas laborales es cuando tienes trabajo. Esto es verdad por una razón: buscar cuando renuncias o te despiden te pone en desventaja porque estás bajo presión. Mantén tus perfiles actualizados y revisa periódicamente las ofertas laborales. Esto da visibilidad ante las empresas. Para llegar a objetivos laborales debes permanecer a la caza de oportunidades, incluso en periodos de estabilidad laboral.

6. La importancia de estar online. Si tu presencia en línea es escasa, cierras un canal en el que pudieran presentarse ofertas de interés. Muchas empresas, y eso incluye al mercado mexicano, utilizan las redes sociales para monitorear talento, este es el caso de consultoras.

7. Mi entrevista es mañana, ¿qué digo? El proceso para llegar a un trabajo va por etapas y en cada una hay que prepararse. Si la persona consiguió una oportunidad, a través de su CV, ¿por qué desaprovecharla? Muchos candidatos improvisan en la entrevista. Prepara este encuentro con anticipación, desde cómo venderás tu experiencia, cualidades y logros en pocos minutos, hasta cómo responder a planteamientos difíciles o poco comunes. Investiga sobre la empresa, la industria y el puesto para llegar con más seguridad. Una opción es “ensayar” con otra persona, así haces conciencia de los errores que puedes evitar y dónde enfatizar.