Nuevos tiempos, nuevas formas de buscar empleo
La historia de la humanidad nos ha demostrado que en cualquier momento de cambio disruptivo en el cual la tecnología ha supuesto una evolución en la forma de hacer las cosas, siempre ha habido una gran resistencia al cambio: por miedo, pérdida de seguridad, falta de adaptación, desconocimiento, pérdida de status, intereses, … Y eso mismo lo estamos viviendo actualmente con el reclutamiento.
Porque los ‘social media’ están revolucionando nuestras costumbres, suponiendo un cambio de paradigma tanto en la forma de buscar empleo de los candidatos, como en la forma de localizar talento por parte de las empresas. En este caso, yo no hablaría tanto de crisis, sino de una transformación profunda de nuestros hábitos.
A nadie le cabe duda de que los trabajos ya no son como antes; trabajos estables, que duran toda una vida, donde empiezas desde abajo y cuentas con tener alguna posibilidad de subir en el escalafón; en definitiva, se trata de empleos más exigentes, donde el nivel de cualificación requerido es cada día mayor, lo que hace contar con candidatos mejor formados y con una actitud mucho más 2.0.
Todo ello conforma una mayor inestabilidad y un elevado nivel de desasosiego, lo que nos obliga a gestionar la incertidumbre asociada. Porque esa certidumbre pasada se acabó, y probablemente ya no vuelva.
Por tanto, es tiempo de adaptarnos a los nuevos tiempos y a las nuevas formas de hacer las cosas, y empezar a hacer ya, sin postergarlo a otro momento ‘mejor’ o más ‘favorable’. Y el mejor argumento es que nuestro futuro laboral está en juego.
Y ello demanda nuevas estrategias de búsqueda de empleo; además de seguir usando los tradicionales métodos aún vigentes, tendremos que adaptar nuestras mentes y plantearnos nuevos comportamientos que exigen formas diferentes de actuar.
No obstante, sí, las tradicionales formas de buscar empleo (basadas en el envío del CV) siguen estando todavía muy vigentes. En ese CV podemos mostrar nuestro recorrido profesional del pasado, aunque no nos permite demostrar lo que somos actualmente, y lo que realmente podemos aportar al mundo empresarial. Ello conlleva que un reclutador siempre puede tener la duda de si las competencias plasmadas en el CV están ya caducas y llenas de polvo, o si por el contrario están más vigentes que nunca.
Sin embargo, la idea subyacente a todo esto, es que debemos orientar cada día más nuestros esfuerzos a utilizar las nuevas alternativas que nos facilita la Red, y alinearnos con las nuevas formas que tienen los reclutadores para encontrar el talento.
Porque el talento está en la red, y eso debería hacernos reflexionar sobre la necesidad de estar ahí y convertir a la Red en el centro de nuestra estrategia.
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