Consejos para trabajar en equipo
Si estás comenzando tu trabajo dentro de una empresa o proyecto, o si vas a formar parte de un grupo de estudios, necesitarás algunas ideas para entrar con buen pie y tener la máxima productividad desde el primer momento. Aquí algunas ideas que pueden servirte de utilidad:
- Pasa de pensar del yo a pensar en el nosotros.
Cambia pronto el chip. La primera misión cuando formas parte de un equipo es que no todo será a tu antojo, tendrás que aprender a ceder, y también a reivindicarte. Ese tiempo ya quedó atrás. Ahora habrás de consensuar las decisiones, ser generoso y esforzarte por un bien común. Trata a todos los compañeros con la misma dedicación y respeto por su trabajo. Ahora es el tiempo de ponerlo todo en común.
- Fijar entre todos los objetivos comunes.
Para comenzar a trabajar, es preciso fijar un rumbo entre todo el equipo. Aunque la base direccional es competencia de la dirección de la empresa o del proyecto, hay que intentar implicar a todos los miembros del equipo y que aporten su visión estratégica. Saber qué es posible y qué objetivos son demasiado ambiciosos o muy poco ambiciosos. Así todos los implicados se sentirán parte del equipo y fundamentales a la hora de toma de decisiones.
- Fomentar las buenas relaciones entre el equipo.
Podéis, previamente o durante el desarrollo del proyecto que tenéis entre manos, realizar algún encuentro informal, un almuerzo o una pequeña reunión fuera del trabajo. Busca un espacio ajeno, una hora infrecuente y fomenta la distensión, para que se establezca empatía y feeling entre todos los miembros del equipo.
- Distribuir el trabajo para que las habilidades se complementen
Zapatero a tus zapatos. Es decir, distribuye el trabajo estudiando bien los puntos fuertes de cada trabajador. Pon a cada uno en su lugar, abre canales de comunicación y haz que el tráfico de ideas fluya en positivo.
- Evaluaciones periódicas.
Para que todo siga en las coordinadas fijadas, lo suyo es que hagáis reuniones para evaluar el estado de las cosas. Procurad que todo el mundo participe, y poner en común las inquietudes y los puntos de mejora. De la buena gestión de los momentos más complicados, salen los mejores grupos. Aprender a superarse es fundamental para comprobar la fortaleza en el trabajo.
- Celebra tus pequeños éxitos.
Que avance un proyecto depende del trabajo, y gran parte del desempeño depende a su vez del ánimo. Así que concedéos vuestros pequeños homenajes cuando lleguéis a los primeros objetivos.
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